martes, 20 de diciembre de 2011

A veces se tardan en curar...

Llega un punto en la vida en que oficialmente eres adulto. De repente ya eres mayor para votar, beber y tomar parte en actividades de adultos. De repente , la gente espera que seas responsable, serio, un adulto. Crecemos, envejecemos, ¿pero realmente maduramos de verdad?. Perdonar y olvidar, eso es lo que dicen. Es un buen consejo pero no es muy práctico. Cuando alguien nos hace daño queremos devolvérsela. Cuando alguien hace que nos equivoquemos queremos tener la razón. Sin el perdón, nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan. Y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario