miércoles, 28 de septiembre de 2011




Y ahora ya no puedo prestarte mi abrigo ni quitarte la ropa, ni sudar contigo, ni perder la calma, ni decirte las cosas que nunca te he dicho. Y ahora ya no puedo prestarte mis alas, ni subirme la falda ni cogerte con vicio... Ahora da lo mismo reírse de todo que llorar por nada.

                                       


martes, 27 de septiembre de 2011

Ahora toca actuar.

Hoy me he dado cuenta de que a menudo hago lo que más odio: esperar. Espero enamorarme, espero ser feliz, espero cumplir mis sueños, espero ser alguien en la vida, espero ser alguien en tu vida...


Ya me he cansado de esperar...

sábado, 24 de septiembre de 2011

Y yo también.

Te mueres por unas miserables caricias. Por un plan de un aburrido lunes por la tarde. De besos a cada rayito de sol. Aunque sea de puntillas. Aunque se haga de noche después. Lo dicen tus ojos, tu boca, tus manos, tu todo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo la misma. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombres. Espero que sientas cosas que nunca antes sentiste. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgulloso. Y si te das cuenta de que no es así... espero que tengas el valor de empezar de cero.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Que pase lo que tenga que pasar.

Creer en ello puede ser bueno y no tan bueno. Puede servir de consuelo cuando nos cuesta asimilar o dar explicaciones a un suceso. Pero también puede desposeernos por completo de toda voluntad, que nos exime de  responsabilidad. Si todo sale a pedir de boca, entonces el empeño para conseguirlo habrá sido inútil porque lo que fuera tenía que pasar de todas formas, con o sin nuestra intervención. A veces se trata de decidir si se tiene más fe en sí mismo que en el Destino.