miércoles, 21 de diciembre de 2011

Pero de pronto

...ella se giró. Se giró y sintió como su vida se giraba cuando sus ojos se clavaron en los de él. ¡Dios! No recordaba esa profunda sensación de nostalgia que le quemaba el pecho, había olvidado el daño que podía hacerle algo tan sencillo como volverlo a ver.


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