jueves, 24 de marzo de 2011

Se me ponen si me besas rojitas las orejas.

Tengo ronca el alma de quererte en esta soledad llena que me ahoga. Tengo los ojos llenos de luz de imaginarte y tengo los ojos ciegos de no verte. Tengo mi cuerpo abandonado al abandono y tengo mi cuerpo tiritando de no poder tocarte. Tengo la voz tosca de hablar con tanta gente y tengo la voz preciosa de cantarte. Tengo las manos agrietadas de la escarcha y tengo las manos suaves de en el cielo acariciarte. Tengo soledad, luz, alegría, tristeza, rebeldía, desamor, sonrisas y lágrimas. Pero también te tengo a ti preciosa caminando por la arena con mi sangre.

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